Un mantel antimanchas es un mantel que tiene una o varias capas protectoras que proporcionan que tanto las manchas como los líquidos no se adhieran al mantel proporcionando una limpieza rápida y sencilla con un simple trapo húmedo o con una servilleta. En el mercado existen diferentes tipos de manteles antimanchas, cada uno con sus ventajas e inconvenientes. A continuación te enseñamos los tipos de manteles que existen:
¿Qué tipos de manteles antimanchas existen?
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Resinados: Este tipo de manteles están fabricados en una mezcla de algodón y poliéster resultando totalmente impermeable. Esto se consigue gracias a que en la parte superior tienen una capa de resina combinada con teflón que hace que los líquidos derramados no traspasen el mantel.
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Plastificados: Están confeccionados en algodón y en la parte superior tienen una capa de resina y teflón. Sin embargo, a diferencia de los resinados, no incluyen materiales de tipo sintético en su composición.
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Poliéster: Es un material resistente que cuenta en su parte superior con una capa antimanchas repelente de líquidos y de manchas. Son estéticamente los que parecen más "normales" ya que tienen un tacto más natural y para limpiarlos en el día a día basta con limpiarlos con un paño de cocina o una bayeta.

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¿Qué tipo de mantel debería comprar?
Dependiendo de tus necesidades, un tipo de mantel u otro pueden adaptarse mejor. Por ejemplo, si necesitas máxima protección deberías decantarte por uno resinado, sin embargo, los fabricados en poliéster son los que mejor resultado pueden darte si lo que quieres es gran versatilidad, es decir, si quieres un mantel que no tenga un coste muy elevado y además que cuando lo coloques en la mesa te sirva de protección (no hay que olvidar que es la función principal de un mantel) manteniendo el tacto agradable de un mantel de tela y no se vea toda la mesa plastificada, sin duda deberías decantarte por uno de éstos.
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¿Por qué deberías comprar un mantel antimanchas?
Podríamos darte varias razones para tener varios manteles antimanchas en casa, pero sin duda, la razón principal es por lo prácticos que resultan. Tener un mantel antimanchas de poliéster te facilita la vida al no tener que estar cambiando tan a menudo de mantel por culpa de las manchas y el derrame de líquidos que inevitablemente se producen durante las comidas. Con un simple trapo húmedo puedes limpiarlo y dejarlo como nuevo, evitando tener que estar poniendo el mantel constantemente en la lavadora y aunque todos los tipos de manteles pueden lavarse a máquina, los manteles antimanchas de poliéster son los que menos cuidados requieren.